En los últimos tiempos, las empresas han adoptado nuevas formas
de trabajo, en las que sin duda se destacaría la metodología del Open Space. Es
una manera de llevar a cabo las diferentes tareas, que aspira a conseguir un espacio de trabajo en equipo,
dónde prime la participación y la colaboración de los empleados.
Lejos han quedado los míticos despachos y salas de
reuniones, que han sido sustituidos por mesas colectivas y escritorios separados
por mamparas divisorias, que pretenden favorecer la comunicación entre trabajadores,
creando sistemas de trabajo más flexibles y cooperativos.
Saber trabajar en equipo no se aprende con libros o apuntes;
se consigue trabajando con más personas y persiguiendo juntos los mismos
objetivos. Pero muchas veces no ha sido tarea fácil.
Anteriormente las oficinas estaban divididas por
jerarquías de poder y separadas en el espacio por despachos y salas, dónde los empleados solo se relacionaban con las personas de su mismo departamento. La nueva metodología del
Open Space, te obliga indirectamente ha trabajar con todos tus compañeros desde
el principio y esto favorece a las relaciones entre unos y otros, que serán
claves para alcanzar los objetivos finales de la marca o empresa.